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¡Ho madre del perpetuo Socorro! Tú conoces todos los dolores de mi vida y sobre todo la horrible pena que hoy me trae a tus plantas maternales.
Adoro la divina voluntad y beso resignado la mano de Dios que me prueba y hoy como ayer y como siempre confío en su infinito poder y en su misericordia infinita.
Pero Él puso en tu corazón la grandeza de su bondad y en tus manos los tesoros se su omnipotencia. Por eso acudo a ti Madre mía del perpetuo Socorro.
Señora y Madre Mía, las sombras del dolor me envuelven por todas partes y no sé que puerta llamar para tener algún consuelo en esta amargura que me ahoga. Los pocos que parecen compadecerse de mi se declaran impotentes para remediar mi mal.
Solo me quedas tú madre mía del Perpetuo Socorro. Por eso a ti acudo lleno de confianza y amor ¡Eres la Madre de Dios! ¡Eres mi madre! NSJ aprieta tus manos para depositar en ellas su misericordia y amor. El primer milagro que obró en su vida mortal, lo hizo movido por tus súplicas ¿Mi señora puede suplicar por mi ante NSJ?
Madre mía del Perpetuo Socorro, vengo a ti para suplicar un milagro y que este sea para gloria de Dios, alabanza tuya y santificación de mi alma.
(PETICIÓN)
Acudo humildemente a tu corazón maternal con mis ardientes súplicas porque se que eres buena, porque eres fiel, porque eres, según el plan divino, depositaria de los tesoros de Dios, por eso en vos confío.
Sin embargo, que ahora y siempre se haga la santa voluntad de Dios, así en la tierra como en el cielo. Tú, madre mía, hallarás en tu maternal corazón recursos poderosos para que descienda el bálsamo del consuelo allí donde siga el dolor purificando mi vida.
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro en ti confío!
(Se rezan 3 aves marías y la jaculatoria, y al final Salve)
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