El Centro para una Sociedad Libre y Segura (Center for a
Secure Free Society, SFS, en inglés) publicó un informe en el que advierte que
“una nueva ola socialista y autoritaria está surgiendo en la región en 2022,
empujando a América Latina a un punto de inflexión”.
“Rusia, Irán y China están capitalizando estas nuevas
oportunidades”, destaca el escrito de esta organización de investigación de
seguridad nacional independiente, que moviliza una red global de expertos en
seguridad y defensa para avanzar en políticas públicas.
El informe explica que “el ciclo de súper elecciones del
año pasado en América Latina abrió nuevas oportunidades para los líderes
socialistas y sus aliados extrarregionales” y comenzó citando el ejemplo de
Perú. “El presidente Pedro Castillo realizó una visita irregular a la embajada
de Beijing en Lima poco después de asumir“, contó.
También recordó que “el centro cultural patrocinado por
Irán en Santiago expresó su apoyo al presidente electo de Chile, Gabriel Boric.
Y Moscú y Managua estrecharon lazos en vísperas de la Cumbre por la Democracia
del presidente Biden, al recibir Moscú a una delegación oficial de Nicaragua
encabezada por los dos hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo”.
Luego sostiene que China está avanzando rápidamente en
proyectos de infraestructura en América Latina, “incluido su enorme megapuerto
en Chancay, Perú, y un posible cable submarino de 15.000 kilómetros a Chile”.
También enfatiza que “las exportaciones militares de
Rusia se están extendiendo desde Venezuela al resto de la región, con
conversaciones de alto nivel en curso entre Montevideo y la Compañía
Militar-Industrial de Moscú (ВПК). E Irán se prepara para la tercera visita
oficial de Nicolás Maduro de Venezuela a la República Islámica, a fines de este
mes”.
“A partir de 2022, el régimen venezolano se encuentra en
una posición ventajosa, habiendo resistido la ‘máxima presión’ de Estados
Unidos y logrando fracturar la coalición de la oposición. Maduro ahora ha
puesto su mirada en fortalecer los lazos con Medio Oriente, como lo expresó en
una entrevista reciente en una cadena de noticias libanesa, afirmando: ‘Tenemos
que hacer mucho más para unir [América Latina y el mundo árabe] espiritual, cultural,
políticamente’”, recordó.
Y siguió: “Maduro no está solo, ya que el alguna vez
incipiente bloque ALBA se revitaliza con el surgimiento de nuevos líderes
socialistas en América Latina. La vigésima cumbre de la Alianza Bolivariana,
celebrada a mediados de diciembre en La Habana, Cuba, recitó una lista de metas
progresistas para la región en su declaración final, que incluye ‘fomentar la
cooperación con países fuera de la región y organizaciones internacionales,
bajo los principios de respeto y no injerencia en los asuntos internos’, una
vaga referencia al VRIC”.
Siguiendo con Venezuela, el informe recuerda que el
pasado 5 de enero se prorrogó por un año el mandato constitucional del
presidente interino Juan Guaidó. “No obstante, la coalición opositora
venezolana se ha fracturado y el apoyo a Guaidó en el país está disminuyendo.
Sin embargo, a nivel mundial, Guaidó aún mantiene el reconocimiento de Estados
Unidos y el Reino Unido, entre otros, lo que le otorga el control de las
reservas de oro de Venezuela en poder del Banco de Inglaterra y la asistencia
humanitaria y de salud de Estados Unidos a Venezuela”.
Igualmente, el escrito sostiene que “mientras tanto, el
régimen de Maduro sigue consolidando su poder. Después de otra ronda de
elecciones ficticias en noviembre, esta vez a nivel local y legislativo, el
régimen se hizo cargo de la única institución que le quedaba a la oposición: la
Asamblea Nacional. Una elección disputada en Barinas, el estado natal del
difunto Hugo Chávez, le dio una rara victoria electoral a la oposición, pero
solo para instalar una falsa confianza y legitimar la falsa elección realizada
en noviembre pasado. Ahora, Maduro se concentra en hacer avanzar la agenda
internacional del régimen con un próximo viaje a Teherán”.
El Centro para una Sociedad Libre y Segura remarcó luego
que el chavismo está aún más envalentonado por el surgimiento de nuevos líderes
socialistas en América Latina. En 2021, los candidatos de izquierda ganaron las
elecciones presidenciales en Chile, Perú y Honduras, mientras los líderes
autoritarios avanzaban en El Salvador y Nicaragua. La perspectiva de que el
presidente electo de Chile, Gabriel Boric; y la presidenta electa de Honduras,
Xiomara Castro, se unan a la creciente lista de naciones amigas de la
revolución bolivariana ha puesto el impulso del lado de los socialistas de cara
a las dos elecciones regionales más importantes de 2022: Colombia y Brasil.
Respecto a Bolivia, manifestó que “Evo Morales también
está capitalizando la nueva ola socialista en América Latina al impulsar un
nuevo organismo regional para reemplazar la desaparecida Unión de Naciones
Sudamericanas o UNASUR con una versión indígena populista llamada RUNASUR, o la
Unión de los Pueblos de Naciones Sudamericanas. Se suponía que la nueva RUNASUR
tendría su segunda reunión anual en Cusco, Perú, hacia fines de diciembre, pero
se reprogramó debido a la reacción violenta de los legisladores peruanos y
militares retirados. Aun así, los líderes socialistas de América Latina
pudieron reunirse a principios de mes en La Habana, Cuba, para la vigésima
cumbre de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), un organismo regional
que alguna vez fue incipiente y que está regresando debido a la ola socialista
y autoritaria que azota la región”, detalló.
El informe también constató, en la frontera entre
Colombia y Venezuela, la presencia de contratistas militares rusos y drones de
fabricación rusa en Arauca y Cúcuta, dos puntos críticos en la frontera. “Este
año, nuevas fronteras pueden estar en la mira. El 14 de diciembre, dos
vehículos que transportaban a 18 rusos intentaron pasar a toda velocidad por el
puerto de entrada de San Ysidro en California. Esto es después de que siete
rusos intentaran cruzar la frontera en el puerto de entrada de Otay Mesa en
California en noviembre”, narró.
El texto también recordó que, a principios de diciembre,
“una delegación nicaragüense encabezada por los dos hijos de Daniel Ortega y
Rosario Murillo y el presidente argentino Alberto Fernández se reunió con
diplomáticos rusos en Moscú para discutir el fortalecimiento de las relaciones
entre los respectivos países. El canciller ruso, Sergei Lavrov, afirmó que la
membresía de Brasil en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas creará
nuevas oportunidades para que los países impulsen la cooperación durante una
reunión con su homólogo brasileño, mientras que se espera que el presidente de
Ecuador, Guillermo Lasso, visite Moscú a principios del nuevo año para
fortalecer los lazos”.
El alcance regional de Rusia también tiene un ángulo
militarista, remarca el escrito. “Los esfuerzos del país para exportar material
militar a todo el mundo se han intensificado. La Compañía Militar-Industrial de
Rusia ya está en conversaciones con Uruguay y Venezuela para exportar vehículos
blindados de transporte de personal (APC) y otros vehículos blindados. Mientras
tanto, el gobierno peruano puso en vigencia un acuerdo de protección mutua de
información clasificada dentro de su cooperación técnico-militar con Rusia”,
detalló.
Volviendo a Venezuela, el informe destaca una entrevista
en la que Maduro mencionó la necesidad de que el país fortalezca los lazos
económicos con las naciones árabes, y su apoyo duradero a Bashar Al Assad en
Siria y su admiración por el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
Maduro también afirmó que visitará Irán “muy pronto”.
“Los preparativos para el viaje de Maduro a Teherán ya
estaban en marcha, con varias llamadas telefónicas oficiales y visitas de
Estado de funcionarios venezolanos a Irán y viceversa. Esto incluye discusiones
iniciales en noviembre de 2020 para eliminar visas y aumentar los vuelos entre
los dos países, seguidas de una reunión en Teherán en octubre de 2021 entre los
respectivos ministros de Relaciones Exteriores de cada país. Luego, una
delegación iraní viajó a Caracas en noviembre pasado para observar las
elecciones legislativas en Venezuela, incluida una reunión de alto nivel con el
vicepresidente de Venezuela en vísperas de la noche de las elecciones”, informa
el escrito.
Y sigue: “Una llamada telefónica del presidente iraní
Ebrahim Raisi el 6 de diciembre solidificó el próximo viaje de Maduro a
Teherán, quien se espera que firme un acuerdo de 20 años entre Irán y Venezuela
que refleja el acuerdo de cooperación estratégica de 25 años entre Irán y China
firmado en 2020″.
Por último, el informe sostiene que la asunción del nuevo
presidente de Chile “también podría significar mejores relaciones con China.
Los planes del país sudamericano de construir un cable submarino de 15.000
kilómetros para enviar energía solar a China podría ser el próximo gran
proyecto, forjando lazos más profundos entre los dos países. China, que es el
principal socio comercial de Chile, ya está muy involucrada en la industria del
litio en el Cono Sur”, concluyó.